viernes, 26 de diciembre de 2008

Soñar despierto

La reposición de la historia mas reiterada en su mente daba comienzo sin anuncios. Giro hacia un costado aferrado a la almohada, los dedos se estremecieron. Sabia del final del sueño y angustiado busco la salida. Se despertó decididamente, le pareció soñar imágenes repetidas, inquietantes.
Tenía sed y fue en búsqueda de una solución a oscuras. Tomado de la puerta de la heladera su cuerpo tomo color con la luz del artefacto. Empino sobre su boca el recipiente de agua y no pudo evitar que el sueño recorriera su mente aun despierto.
Las imágenes venían del fondo de la jarra: …la gente que llegaba y el lugar tomaba ritmo. Los grupos de conocidos se armaban. El verano prometía mucho sol y la playa se coloreaba todas las mañanas.
Esa tarde el viento empezó a soplar bien fuerte de alta mar. Los nubarrones eran paridos en el horizonte y decididamente buscaban en dirección a tierra en forma desordenada y finalmente cerrando filas. Los últimos grupos que soportaban el viento fresco poco a poco se desarmaban en búsqueda de refugio.
El viento recorría a vuelo rasante por sobre la espuma salina recolectando los ecos de historias de lo profundo del mar.
Se acercaba a la playa a una gran velocidad, para rozar el agua que descansaba en la arena, el viento conocía de su complexión esa mañana. Advertía de su fragancia, de su frescura y no quería pasar desapercibido.
En plena madrugada los primeros rayos alertaron de la tormenta. Se pudo observar como el mar se desnudaba con la intensa electricidad. El viento que ahora jugaba antes intentaba escapar de las olas, que como trampas fatales cerraban su único paso uniéndose y así evitar la huida.
Se adentro a la playa y la sintió fría y húmeda. Todavía la somnolencia lo gobernaba, repaso nuevamente lo sucedido.

La puerta de la heladera libre de la mano se cerró y el ambiente nuevamente quedo a oscuras. El con el recipiente aferrado, aturdido y atormentado busco descanso en la silla próxima. La mirada en la oscuridad repasaba:
…la breve charla alcanzo para saber quien era. Superando las barreras se dejo llevar por la espontaneidad del encuentro. Sorprendida por la interrupción lo miro, tal vez por primera vez, y en segundos largos comenzaron el dialogo. Conciso pero fluido como viejos conocidos. Sus ojos parecían brillar más aun, su corazón latía tan fuerte que tapaba las demás sonidos. La emoción lo desbordaba y toda su piel se estremecía. Fueron varios minutos para saber su nombre y para cruzar generalidades que pretendían ocultar la vibración del encuentro programado desde hace tanto tiempo vaya a saber por quien.
Decidido como su intermisión fue su dispersión. Pronto ella lo perdió de vista y a sabiendas que el tiempo daría otra oportunidad se fue a descansar.

La noche esta plena y la visión se adentra en la oscuridad divisando los objetos. Han pasado años y años y el vuelve a recordar las imágenes sin color: …Avanzo caminando hacia el agua. De pronto el silbido cobarde del viento lo previno. Este escapaba anunciando el poderoso rayo que logro inmovilizar a la tarde, una luz que cegaba, que fulminaba esa clara penumbra vespertina. El mar, en un gris plomo, que se había adueñado de la playa pudo ver por un instante como la tormenta lejana lo pretendía doblegar.
El mar se incomodo sin perder su talle suntuoso, la tormenta lo enajena. Ella sola era capaz de limitar su poder, ese que derrumbaba el ánimo de marineros, la misma prepotencia que talla el perfil de la costa, y eso lo obnubilaba, lo transmuta a una entidad insigne.
Ignorando tal lid se vio avanzando, acercándose a la arena más húmeda, los dedos descalzos pretendieron un dibujo en una línea de sal que demarcaba un gesto iracundo marino de la noche in tempestuosa. Salió a caminar sin saber para donde, y al encontrarse con la playa vacía pues sintio que ya era una buena idea recorrerla. Así es que pronto el agua fresca le rodeo los tobillos y las manos buscaron en el fondo de los bolsillos del abrigo pretendiendo equilibrar la temperatura.
Alejo su vista por detrás de las pequeñas crestas que rompían en lo profundo queriendo buscar la imagen de algún misterio del mar. Encontrar con alguna alimaña náutica que lo desafiara.
De pronto sus ojos percibieron desde el rabillo que una silueta solitaria caminaba alejándose. Su atención fue total cuando al girar para corroborar tal apreciación descubrió que ella había elegido lo mismo. La soledad de semejante escenario era cautivante.
Con más dudas que por la noche su mente se debatía entre quedarse mirándola o seguir sus pasos. Esforzándose para superar la introversión enajenado por el Destino se movió tras ella sin saber que hacer. Ella varios metros adelante se freno en unas piedras que emergían entre la arena y el agua para apreciar la tormenta. Avanzo aun mas hasta alcanzarla, ahí estaba, bella, única, tan especial. Su pelo suelto se dejaba caer desordenado sobre su rostro en un balanceo sensual.
Se miraron y ensayaron una charla desordenada a sabiendas de lo que realmente sus miradas expresaban. Eran sentimientos fuertes que cincelaban, grababan como el orfebre en una pieza única. Las palabras solo eran la viruta que ya en el piso nadie recuerda.
Tampoco importaban las dificultades, las fuerzas del Destino las desdibujaban y solo se avizoraban como suaves ahogos que no impedían. La conexión era visual, intensa e irrepetible, nublaba la razón.
Juntos decidieron avanzar por la playa para caminar, escenario vacío que contemplaban sus insignificantes materias. Pero tanto el mar como la tormenta por unos minutos dejaron de lado sus camorras. Contemplaban la energía mas pura que provoca el encuentro, seres que sintiéndose separados por años, por siglos ahora gozaban del encuentro.
Ya el viento comprendiendo apelo a la tranquilidad convirtiéndose a brisa. Buscando cobijo tras las olas que rompen, percibiendo el momento.
No había contacto físico, ya vendría, solo era estar y saborear el instante. La paciencia era el secreto. Décadas separados por la vida y por la muerte. Poco a poco se recordaban y se adivinaban gestos, reacciones y olores como sacudiendo la amnesia que nubla el pasado.
La sucesión de palabras discurría entre los tonos alegres e íntimos. Se percibía renovación y el más profundo de los sentimientos. Así avanzaban hacia el saliente sin hoja de ruta, tan solo la compañía deseada, desnudos en alma parecían elevarse en sus silencios, entrelazados con sus miradas sin importar el tiempo ni el viento.
El Destino concluyo su obra sellando por enésima vez el viejo compromiso. Rubricado con palabras y miradas que el viento soplo hacia el agua y ya nadie conserva.
Besos y promesas en ese orden llegaron. El encuentro efímero se completo con otras conversaciones más y con ello basto para renovar y confirmar una historia llena de ausencias.
Reiterada en su estilo y con final cerrado esta crónica de lo que nunca fue no parece tener fecha de vencimiento en el mundo de los sueños.
Las sensaciones del cuerpo deseado fueron guardadas para las horas de soledad. Cada imagen y cada tono de voz se convirtieron en compañeros de las tardes de sol o lluvia. Espesas y lentas tardes de desolación.
La ventana por la cual se extrañaban estaba impregnada de pequeños vestigios de caricias ya frías. El viento desde afuera traía mensajes deslucidos que no podían atravesar el vidrio.
Apelando a la memoria visual inicio el recorrido de vuelta al dormitorio. El cansancio reclamaba, ya todo estaba ordenado. No más sueños por hoy, no más angustia pero tampoco olvido. La cinta perversamente se rebobinaba y la tecla de inicio quedaba celosa al menor roce inclusive del viento.

viernes, 12 de diciembre de 2008

El trabajo es Salud

Mucho se habla sobre el esfuerzo humano aplicado a la producción de riqueza, poetas, filósofos, políticos y demás lo definen desde su óptica. Osados e inquietantes algunos hablan de cierta evolución de un estado primitivo de esclavitud a uno más humano (?) de asalariado. Lo cierto que el trabajo como posibilidad es algo difícil de encontrar en países como el nuestro, los latinoamericanos.
Sea por ser un individuo que no pudo terminar con el nivel primario por las causas de siempre o porque Ud. es un perfecto profesional universitario pues no tiene chances.
Las motivos en la juventud varían para unos entre la lógica falta de formación, o porque es soltero y ello denuncia cierto desorden, porque es casado y ya el trabajo no será lo mas importante, o por la falta de experiencia laboral por ser una persona que solo estudio y no trabajo paralelamente.
O bien más preocupante aun por no ser conocido por alguna persona que tenga directa relación o compromiso con quien genera la posibilidad.
Sin embargo, como entrevistador de personas que quieren trabajar noto con gracia que nunca la persona llega a tal grado de perfección como cuando llena un impreso de solicitud laboral.
De esa manera se aclara con dudoso criterio de los amplios conocimientos en el manejo de computación. ¿Que representa esa aclaración? Parece que estamos a punto de conocer á un experto en sistemas. ¿Tal vez esta exagerando en su capacidad de controlar programas de Windows?
Y cuando leemos que es un experto dominador de nivel medio de Ingles ¿Y cuando tiene conocimientos básicos de Italiano? Esto significa que podrá comunicarse locuazmente con alguien en esos términos y sin embargo puede que escriba Daniel con Ñ.
En países del tercer mundo como el nuestro todo vale para no perder la posibilidad, única tal vez, de acceder a un trabajo formal. Y con ello la excusa acredita cualquier método.
La ansiedad que provoca esta necesidad pone en juego nuestra salud. He visto gente que aprecio que sufre a consecuencia mal humor, gastritis, insomnio, depresión, angustia o lo peor un cóctel provocándole algún tipo de crisis. Pero que esto no quede como un concepto más: crisis es conflicto, es bronca, es remordimiento.
Como profesor me he encontrado con lo más terrible. Dialogando con alumnos descubrí que ellos creen conveniente no validar el sistema educativo. Pues ha dejado de ser garantía de ascenso social. Un beneficio que se había obtenido en nuestra sociedad y que revalorizaba la educación gratuita que tanto cuesta sostener.
La única esperanza parece agotada ¿y que les queda? Desesperanzados ven que sus padres recorrieron el camino sugerido a cambio de nada. La tecnificación y las crisis recurrentes de ineficaces políticos vacían los nichos laborales y queda solo para algunos acceder a la ayuda miserable del estado.
Deberíamos tener cuidado cuando se nos escapa que porque acceden a tal sistema de subvención eligen no trabajar. Porque justamente esta población activa no tiene otra que la informalidad laboral y las condiciones negativas que trae aparejada. Las opciones son áridas.
Desde la tranquilidad económica el prójimo critica por la vagancia elegida cuando solo logran cosas porque la mesa esta servida de antemano y solo resta sentarse a gozar.
Y a no ser que quien se postula no haya recorrido el sacrificado camino del estudio cosechando excelentes notas de tal manera de llamar la atención parece que los parámetros definitorios no se controlan.
Imaginar este panorama regado por la moda de la afirmación vitalista, el vivir en el presente, el circular por el carril rápido, atributos de la cultura que nos agobia por los medios de comunicación garantiza un circulo vicioso incontrolable. Esto fascina a los jóvenes y oscurece la búsqueda de sus raíces y lo peor suele estropear la oportunidad laboral lograda.
Parece que tal contexto se ha globalizado en esta región y la exclusión agrieta nuestras sociedades, se nos naturaliza la alternativa de posponer los proyectos como personas y con ello se rifa el futuro personal.
Lejos de querer dejar un sentimiento negativo vuelvo a recordar con una sonrisa los intentos de querer impactar pero sin que sea escandalosamente visible con los datos que publicamos en nuestro Currículum. La frescura se descubre en algunos datos que podrían ser ilustrativos en el desvelo por la aprobación y la picardía abre juego.

martes, 2 de diciembre de 2008

Todo pasa

Me siento a escribir sin tener claro hacia adonde voy con estas palabras. Tengo en mis circuitos una pregunta:
¿Qué es el tiempo? Rápidamente rememoro las charlas de mate y viene a mi mente palabras y comentarios de incertidumbre pues todos nos sorprendemos con la velocidad de las horas de cada día.
Así asistimos el que mas y el que menos sorprendidos como el día no alcanza, el fin de semana que pronto llega y los aniversarios que se pueden festejar nos pesan por diferentes embrollos personales.
Por propias limitaciones intelectuales y por respeto a Uds. no voy a adentrarme en definiciones de lo que significa el tiempo. Solo eso que pasa rápido y pareciera que es cada vez más.
En mis charlas con los que peinan canas encuentro las mismas miradas de incapacidad de resolución por frenar la crueldad del reloj. Abatidos rememoran algunas anécdotas nostalgiosas, o quedan pausados con la mirada en la nada mientras coinciden que rápido fue todo.
Debería prevenirme que la búsqueda de respuestas parece ya perdida y caigo entonces en la descripción de tal obsesión humana. Y hasta creo estar recorriendo el mismo camino de quienes no saben como ha sido todo tan rápido. Eso me agita y mi alma me exige una reacción. Pero como ola que pretende escapar del mar inexorablemente reconozco el destino final y me dispongo a otras salidas.
En un esfuerzo les sintetizo que esto es ancestral y cada civilización se las ingenio no solo para medirlo sino para dividirlo.
El Sol y la Luna establecieron con sus movimientos aparentes los puntos de referencia para medir. Al comprobar que el sol no siempre salía por el mismo lugar, por medio de estacas (gnomon), se determinaron 365 posiciones diferentes.
Ya era una obsesión hace siglos y así hoy observamos atónitos al Stonehenge, maravilloso. Recordamos al babilónico Naburiano con su medición exacta del año. Y mas acá los relojes de agua egipcios para medir en la noche y en nuestros 80 el espantoso reloj calculadora de muñeca.
El maestro Dolina en una genialidad habla del tiempo como una gran Murga que hechiza a su paso a quienes la oyen, de la cual no hay modo de escaparle, mientras desafía toda sensatez y asegura la originalidad de cada canto.
Algunos intelectuales recurren a la figura de un río para ensayar una explicación diciendo que el tiempo es agua que corre, que no se repite cada hecho. Estos son llevados aguas abajo.
El río compuesto de tiempo y agua, y en el nos perdemos junto a otros rostros.
Como testigos en la orilla vemos pues como las horas, momentos, situaciones van flotando e inmediatamente arrastrados para perderse. No hay manera de interceder.
Ahora me pregunto ¿que hace que, cuando mas jóvenes, el vértigo que provoca esta aceleración temporal no se presentaba? ¿Como es que adolescente tiempo atrás, los días alcanzaban para muchas cosas, que cada estación era aprovechada al máximo? ¿Como es que ahora nuestro tiempo se cocina a fuego fuerte en el brasero de alguna deidad maleva? Con cierta lógica pampeana aguas arriba la corriente es más permisiva y adolece de fuerza erosiva.
Inmediatamente anunciamos que el acceso al mercado laboral nos ingresa a la vorágine que nos fosiliza. Las responsabilidades reales o inventadas por nuestra psiquis nos provoca la aceleración constante. La adultez nos conduce a modificar una impronta de la Existencia que es su simplicidad.
En la ensaladera además como ingredientes se sazonan los dolores de cabeza de alguna complicación o contrariedad de variada data. Todo nos transporta a sentir que los minutos en juego no son suficientes. E inclusive nos adelantamos en el tiempo y ocupamos los minutos en pensar lo que viene.
Alguien dice…El futuro nos tortura y el pasado nos encadena. He ahí por qué se nos escapa el presente.
Apelando a la creatividad me animo a sugerir planes de acción para aquellos náufragos que son batallados por la crueldad de las horas agotadas.
Receta para frenar el tiempo: Hacernos de un intervalo para nosotros y desde ese espacio generar actividades de distensión mental.
Varias porciones del día. O sea algo de tiempo al espejo, calculemos que serian cinco, más un poco a la televisión, y sumo 15 más, alguna cola de pagos evitémosla, y tendremos 15 extras (paguemos otro día).
Y 10 más a alguna actividad que Uds. creen posible. Ya tenemos una espacio, si se quiere una vez por semana, ahora si: hagamos algo que hacíamos y que ya no.
Si el día es soleado caminar seria una opción, si llueve cocinar unos churros para alguien que queremos, si es de noche contemplar las estrellas en compañía de alguien. En fin disfrutemos de esos minutos con música, con juegos, con caricias, con charlas con silencios, con una lectura. Tal vez esto no resuelve los dolores grandes pero distiende tan solo por esta vez.
Confieso que por no tener algunos amigos mas cerca de lo que quisiera me tomo un descanso caminando o lo que creo mejor mirar las estrellas.
En el avistaje nocturno redescubro nuestra insignificancia, la verdadera majestuosidad de la Naturaleza. Pese a que solo mi vista rescata una fracción de la gran cantidad de estrellas trato de imaginar las millones que no, pues es sabido que hay más que granos de arenas en este planeta y esto no es una metáfora.
Me sorprende la dinámica de la visión y recuerdo algunos nombres, muy pocos de los cuerpos brillantes. Pero lo que me extasía es el saber que estoy mirando el Pasado.
Para el desprevenido lector le resumo contándole que la distancia en el Cosmo es medida en años luz.

Un año luz es = a diez billones de km.

Y es de tal magnitud la distancia entre este simple observador y los cuerpos cósmicos que la luz que vemos hoy partió de la estrella cuando no había humanos en la Tierra. Hay quasars tan remotos (ocho a diez mil mill. de años luz) que hoy vemos su brillo pese a que el mismo partió cuando no se había formado la Vía Láctea que habitamos.
Es así, si miramos hacia arriba vemos el Pasado. Y si bien soy un incansable revisor de lo andado no solo mirando estrellas hago el esfuerzo por no perder el control de mí tiempo.
Así trato cuando recuerdo de no dar por finalizado el día cuando volvemos cansados a nuestra casa. De que Diciembre no sea un mes intrascendente y así me propongo generar acciones simples en momentos que creemos que ya esta todo terminado. Así compartir con alguien o en soledad y que me permita salir de la dinámica que nos atosiga la rutina.
La reflexión le cabe a quienes gozan de claridad y la literatura esta inundada de revelaciones pertinentes. Por mi el epílogo será mas previsibles y apuesto por el rescate de momentos en donde nos acercamos a alguien para compartir la correntada del río, antes que el remolino nos separe a la turbulencia de los recuerdos donde los rostros se confunden con los últimos brillos.
El Río parece pero no es tan corto si sabemos disfrutar cada vertiente, cada giro. Pues como la Murga que no repite el canto el torrente no repite su brío.

lunes, 10 de noviembre de 2008

Adelanto Orientador Enciclopedico de la Biologia Perversa

En este breve compilado reúno una serie de elementos bióticos que conforman nuestro medio en una descripción lejos de ser detallada. Todos poseen como característica el ser una entidad que en plena evolución tienen una tendencia, porque no genética, a complicar la vida del humano promedio.
Parado sobre el reconocimiento académico del que gozo es que me tomo la atribución de aleccionar a la masa ignorante.
Sí!, a Ud. desorientado lector. Que cree que porque alguna vez leyó un capitulo del “Lo se todo” cree estar preparado para ser independiente y formar una familia como Dios manda.
Generaciones enteras perdidas en la vanidad…
El informe, por denominarlo humildemente, previene sobre esos animalitos. Así lo denominaria aquel observador inocente.
Bicharracos, digo envalentonado sobre mis títulos, que gozan de la popularidad o de la indiferencia otorgada por todo tipo de homo que camino este planeta.
Organismos que llevan adelante desde su pueril vida complejos y anudados complots a la raza humana benefactora. Desde recónditos rincones, cobijados por la despreocupación, o lo que es peor por la notoriedad que le otorga la leyenda. Estos objetos de estudio representan un sinnúmero de características por lo menos improcedentes para la convivencia.
Es así que sin más paso a desarrollar los primeros esbozos de lo que sin duda será uno de los pilares de la biología neomedieval. Horas, tal vez minutos de trabajo fue la consecuencia que provoco el haberme topado con una serie de casos testigos, algunos mal llamados domésticos queriendo erigirlos a la categoría del espécimen femenino del homo sapiens.
Ante la gran cantidad de ejemplos que arrastran este trabajo es que he ido seleccionando a uno por ambiente, con la clara intencionalidad de cuanto antes dejar de trabajar. Les adelanto que esto de divertido tiene poco. Si mucha exasperación.

El primero de ellos respetando no el orden alfabético sino el nivel de indignación que me provoca es el Gato. Este félido, diversificado en cuarenta especies, tiene como principal exponente al famoso gato de cocina.
Este animal ha encontrado la forma de ganarse la confianza del ser humano, para ser mas especifico con aquel que modifica los alimentos, y de esa manera convivir en la comodidad que le confiere tal asociación. Es así que automáticamente se convierte en victimario de un variado conjunto de personas que en mayor o en menor medida complementan el entorno íntimo del cocinero/a.
El que peor la pasa es sin duda el Novio Nuevo, en complicidad con el jefe de flia. recibe un variado numero de maltratos resumidos en mordeduras, comentarios inoportunos, caricias que se convierten en torturas, zarpazos, miradas lacerantes, y lo peor la combinación de los recursos citados. No hace falta aclarar a quien corresponde cada acción.
Es aconsejable focalizar todos los rencores adquiridos en uno solo de ellos que por una cuestión de criterio ya todos tenemos en mente; pero como las consecuencias han de ser imprevisibles centrémonos en el gato.
Conciente, el nuevo integrante, que un comentario como: “juira bicho e`mierda” para cualquiera de los dos contrincantes catapultaría las relaciones, mi sugerencia es en esos casos practicar certeros golpes imperceptibles por todos a excepción de la anatomía felina por debajo de la mesa.
Y sino algo, que a la vista de todos, puede provocar un cambio de roles que lo favorezca: pues se trata de llevar al regazo el gato y en ese movimiento buscar, inclusive con cierta crueldad, los músculos intercostales de la mascota y provocar un cierto pellizco que lo estremezca al punto de perder el control, de esa manera el gato responderá con un lógico y peligroso guantazo.
Consecuencia, mientras el animal reacciona arrepintiéndose porque se descubre su plan in manifiesto descubre que ya será tarde pues no puede desdecirse de su accionar improcedente. Un poco porque su lenguaje es incomprensible y mucho porque su malicia no le permite la menor retractación.
Es así, este animal siempre desde la clandestinidad que otorga el estar debajo de la mesa provoca una serie maniobras que desde la crueldad o la venganza tienen como receptor a aquel que menor lazo relacional tenga con quien le da de comer. Y si por alguna razón fuera descubierto por quien debe impartir justicia será aprobado con total impunidad inmediatamente bajo el comentario de: “ay…mira como juega”…
Otra posible victima puede ser aquel que creyendo que el felido no lo iba a traicionar decide que la castración del gato es una buena medida. Pues se entero el bicho y una nube negra perseguirá al autor intelectual de tal circuncisión. Reentiéndase caminatas por encima del auto con garras afiladas, perdidas incomprensible de facturas con rápido vencimiento.
Tengamos cuidado, escondido en ronroneos y demás actos de inocencia el gato de cocina se las trae. Están prevenidos…

Los ejemplos de organismos perversos a citar son numerosos. Pero voy a centrar la atención en los más sorprendentes. Uno de ellos es el Colibri, esta peligrosa ave americana, feroz en el dominio territorial. Voladores con tracción trasera, que no es poco, anda provocando suspiros en el observador común.
Un poco inducido por la insignificancia del tamaño del espécimen en cuestión, que es inversamente proporcional a su malicia y a su colorido, y mucho porque el desprevenido observador lo aprovecha como excusa para liberar cierta angustia por algún amor prohibido o por algún secreto que tortura su conciencia.
Lo cierto que el pajarraco habilidoso en las artes de la aeronavegación se anda haciendo el sota metiendo el naso en las flores mas bellas solo con la intención de ocultar su mas bajo instinto.
Las pruebas están al descubrir que el animal en cuestión, en el movimiento de supuesta succión, mira para ambos lados para confirmar que distrajo la atención de quienes lo descubren. Pues que hace uno si ve un colibrí: inmediatamente lo pierde de vista.
El ave provoca una intrépida huida que genera confusión pues se lo busca inmediatamente entre las flores. Aprovechando el minuto de caos da rienda suelta a su lascivia y aprovechando sus habilidades aéreas inmediatamente se dispone a espiar por las hendijas de alguna persiana y así poder captar alguna desnudez adolescente.
Más a mi favor resulta cuando se analiza la estadística de muertes prematuras de colibrí que resume semanalmente el INDEC. Los valores nos sorprenderán: 75% colisión al doblar en U, 20% desprendimiento de pico ante cierre de persiana, 5% peleas pasionales.
Los números gobiernan el mundo y los pensamientos pecaminosos la mente retorcida del colibrí. Señores!, Basta de poesía sobre el bicho, exijamos moralidad. Inclusive requiramos a la Naturaleza buen gusto. Bien es sabido que el pajarraco no tiene reparos en observar a las señoras entradas en años, que se diga una señorita de buen ir o buen venir vaya y pase, saquen número y hagan fila pero no con las que calzan arrugas. Cuanta hipocresía.


Hemos repasado el mundo domestico, el ambiente aéreo y me gustaría para ir terminando recordar una presencia malvada en el mundo de las inmundicias. Hablo sin más ni menos de la Vaca de San Antonio.
Se que mi reputación esta en juego al meterme con un bicho que trae suerte, se acobijo en la leyenda para sobrevivir de generación en generación. Pero lo extraeré cual tumor del saber popular con la crueldad con que dirime sus actos alimenticios.
Todo tenemos en el recuerdo un insecto caminando, inclusive hasta con cierta porfía por el contorno de nuestro cuerpo. Desafiando los límites de la ley de gravedad o las lindes del pudor de quien pone el cuerpo, capitulo aparte,…
El punto es que el bicho solo esta haciendo los movimientos lógicos que permiten la digestión de la ingesta de cien, 100, inocentes pulgones diarios que esta dispuesto a comer. ¡Los pulgones! ¡Bicho bueno si los hay!
El pulgón es un tipo bueno, junto con quien escribe intenta día a día eliminar de la faz de la tierra a la flor denominada Rosa. Planta y flor que provoca confusiones, heridas, nostalgias, dudas, gastos monetarios, recelos. Historias enteras de amor infructuosas solo porque la inconformidad femenina disparaba la ruptura ante la solo falta de tan ignominioso brote.
Un trozo de un ser viviente que ocultaba bajo su supuesto esplendor el sacrificio que había implicado renunciar a los besos de algún amor fugaz solo por respetar a la desagradecida en cuestión.
La culpa quiero decir es de aquellos primeros dibujantes que al ilustrar las conocidas historias de amor completaban sus insignes trabajos con floridos rellenos. A tal punto es mi verdad que nadie recuerda que camisa llevaba puesta la princesa y por ello las modas de ropa que van y vienen... ahora la flor quedo grabada en nuestra retina por siglo y siglos arrastrando los males que lleva aparejado.
Imaginen si es onerosa tal ofrenda hoy, pues lo que resultaría en la Europa gobernada por la peste negra. Y no ha de faltar aquella chillona que ha ultranza dirá a viva voz que la rosa y el amor van de la mano, no solo desconociendo la anatomía de uno y lo abstracto de otro sino también de lo generalizado de uno y lo aislado de lo otro.... ¿Señores y en las tribus nómades de los grandes desiertos ante la falta de tal vegetal estaban prohibidos de sentir las mariposas en el estomago? Bueno, he perdido la compostura retomare el camino del conocimiento.
Así pues los pulgones que saben de los secretos de la Naturaleza y no por estudiosos sino porque junto a los vendedores de artesanías acceden a una enorme cantidad de tiempo libre, son víctimas de tales insectos denominados místicamente vaca de San Antonio. Como si ya no tuviera suficiente trabajo el santo con el amor terrenal para encima cargar con la culpa de tal desgraciado carnicero.
Desconociendo que tal maquina feroz recorre nuestra piel con total seguridad, apelamos a su imagen pintoresca para tildarle cierta responsabilidad en los actos azarosos de la timba organizada.
Como si la ciencia probabilística tuviera algún tipo de conexión directa con tal organismo. Un despropósito si a ese pensamiento noble de reconocimiento y admiración lo asociamos a algún eructo imperceptible de nuestros delicados oídos provocado por la bestia que solo piensa en saciarse a pulgones.
Lo cierto que suerte-vaca de San Antonio están asociados por la ignorancia como desencadenantes de buenos aires. Es tal el grado de aprobación que en el cuerpo de testimonios recopilados el famoso etnólogo Manuel Rodera lo ha llegado a confundir con una Margarita. Flor que sí tiene directa relación con la suerte de los amores sin destino.
Y con cierta crueldad, reconozco, le han arrancado una por una sus extremidades al grito enardecido de: me quiere mucho, poquito, nada. Todavía tengo las palabras del insecto que siguen retumbando en mis oídos. Un capitulo espantoso que intentaremos olvidar…
Y así como mi raciocinio recorre los diferentes mundos en busca de reprobaciones y ensalzamientos, intentando dar por tierra mucha de las leyendas que el pueblo ignorante construyo. Es mi obligación como acreditado luchar contra tales molinos. Y como evitar entonces no estirar la mano de la ciencia para sacar del légamo a un ser que por siglos ha sido arrastrado al terreno de la difamación y la estigmatizacion.
Ya su nocturnidad le otorga un halo de misterio sin par, porque en ella se cobijan historias que desencadenan la fantasía cruel, se la asocia con expresiones de mundos diferentes inclusive desde la suposición de que gobernando su organismo se siembra el terror y la desolación en la humanidad. Un poco desconociendo que para ello que mejor que gobernar la mente de un republicano texano. Ni hablar si esos espíritus malévolos controlan la racionalidad de algún isleño europeo que alegando laboriosidad alcanzan las altas esferas.
Entonces para que meterse con un bicho que solo pretende comer, enamorar y descansar en paz.
Señores hablo del murciélago, en sus diferentes tamaños y hábitos alimenticios ha sido vilipendiado por su fealdad y por su falta de oportunismo para aparecer en escena.
Acaso el morar en los entretechos será prueba suficiente para morir bajo la crueldad certera propinada por la escoba de turno. La injusticia se cierne sobre este amigo volador de la Ciencia.


No quiero extender mi trabajo que naturalmente afecta a otros bichos más a tener desconfianza para no agotar la curiosidad de los respetables lectores cuando lean que el autor es quien escribe.
Pero si queda en el tintero hablar del tábano con quien firme un pacto de silencio infundado en el miedo que me provoca leer un sinnúmero de testimonio que al grito de:
- Ahhhhh, tábano y el órgano reproductor de tu madre!!
Dejan a las claras la intencionalidad de semejante volador, que a viaje rasante no evalúa riesgos ni consecuencias.
Sepan disculpar pero soldado que huye sirve para otra guerra. Si me tienta decir al menos que es un bicho que se convierte en la pesadilla de los amantes diurnos que se exponen al aire libre.
Amantes inocentes...porque aquel que ama de día es un buen tipo señoritas,…es mas como si tuviera algo que ver esta dispuesto a ser fiel, a sacarse una foto con toda la familia, a pasear a nuestras queridas madres e inclusive a prestarle la oreja y tal vez un consejo a vuestras amigas que tienen el corazón roto… El bravo es el de la noche queridas niñas, ese seduce, apasiona, engaña, enturbia las mentes inocentes. Provoca desvaríos, poesías, llantos, juramentos perjudiciales y renuncias desfavorables…
Otro animalejo a tener en cuenta es aquel que me indican el amigo Creparula: el Hipopótamo.
Al punto es de desconfiarle al Hipopótamo que siendo vegetariano pesa más de doscientos kilos…. ¿Quien le cree que anda de verduritas? A la desconfianza se le suma el cocodrilo, pues le tiene pánico. El reptil, que tiene la estima del público consumidor venida a menos, lo ve en la laguna y pese a su sediento interés por llegar clava talones y espera su momento. A sabiendas que la pelea esta perdida prefiere tomarse un trago largo de Granadina pura a tener que vérselas con tal marketinero nadador.
La Naturaleza de no ser por la intervención del hombre estaría condenada al fracaso, es menester de gente culta como quien escribe desandar por tal responsabilidad y desde la intimidad resolver el destino de todos Ustedes.
Sin más hasta la próxima.

jueves, 6 de noviembre de 2008

Juegos con heridas

El bar se ve nuevo, los colores tierra hacen del ambiente un espacio calido. Las luces recién prendidas definen los rincones. Elegiste uno con vista a la vereda, donde la gente apurada vuelve y la que no apurada va.
El descanso te permite retomar lo que por la madrugada no se resuelve. Te sentís apocada por el presente. Esta cita a solas con tus sensaciones te tranquiliza, apenas algo. Mientras la danza de sentimientos, parecen tomar sentido, pues buscan, ordenan, resuelven al compás aunque las opciones que no son pocas no te completan..
Pedís un jarro de café y al rato el camarero deja tu pedido con elegancia mientras la música de Leila suena nítida:

Espere por mim, morena/Espere que eu chego já/O amor por você, morena...

El lago negro libera vapor. Su cuerpo oscuro te interesa, en el se reflejan haces de luces que provienen del ambiente y sonidos que reconoces. Lejos de ese ámbito tus pensamientos libres, nerviosos van y vienen sin saber hasta cuando.
La mesa elegida se convierte en una cárcel de las primeras reflexiones. El sector ya esta huérfano de los haces del sol de primavera. La tarde afuera esta calida y la gente anda con diferentes destinos.
Mientras tu cuerpo se distrae moviendo la cuchara. La haces girar sobre su eje y cada tanto golpeas en la cerámica, la oscuridad por momentos es total y de allí la infusión traspola al mundo pasado, son voces o una vieja imagen que inmediatamente se trepa por el vapor.
El ruido del metal y la cerámica cuando se encuentran te entretiene, tu mente angustiada espera que el café ya no queme. Te expones a las emanaciones que chocan con tu rostro, son aquellas propias criaturas que surgen.
Sola recorres con los dedos cada espacio de la mesa mientras que tu mirada atenta ignora tus manos, las imágenes interrumpen. La infusión caliente despide en su aroma esas manos que te acariciaron, embrujadas llegan a tus mejillas y con olor a café te rozan haciéndote sentir viva. Sonreís. Por momento crees que el esta por llegar. Dibujas perfiles con un meñique, letras invisibles de personas que te esperan.

Mientras tu corazón acelera intermitente no te percatas de la presencia del fantasma que mira detrás del vidrio. Su figura terrorífica avanzaba por la vereda y sorprendido por tus pensamientos frenó. Abandona el recorrido por el puesto de flores donde finge sentir el aroma de los jazmines. A su paso algún perro se fastidia porque lo presiente. Intrigado decide entrar anticipadamente a su cafetería preferida.

Las ideas se ordenan en la penumbra y la reflexión es oscura. Aprovechando la libertad que da la sombra la locura levanta vuelo. Crees que los sentimientos todo lo pueden contra toda especulación, y remolineas sin brillar y no encontras la razón. Esa que te previene, que no quiere más heridas. Y así tus sentimientos brotan sin frenos y te permitís soñar.
No podes vivir sin el amor y ¿ya van cuantos años? Tus sentimientos afloran en un suspiro repetido y confían incansablemente en revertir el destino pactado.
La necesidad de un cambio radical te afloro hace ya unas lunas, desde ese momento es que sentimientos, imágenes, personas, palabras y demás han sido arrastrados por viejas nuevas lagrimas. Sentís que es posible, lo necesitas.
El solo llorar no te reconforta, los recuerdos recalaron en lo profundo de tu nostalgia y desde allí gobiernan cada energía, cada impulso que disparado desencadena la opresión en el pecho. El control es total pero a la vez esos mismos desechos silencian las asperezas dándole una tenuidad suplicada. Ya las ausencias, las miradas que esperan, mucho menos el albedrío mutilaran los sentimientos.
El café se siente fuerte, el azúcar volcado en la mesa interrumpe el desvarío de tus dedos. El aroma recorre la distancia suficiente y seduce con su intensidad, te distrae y hechizada miras el espejo negro. Allí reflejado ves tus ojos enjugados en lágrimas viejas y nuevas.

El fantasma que ya entra a la mesa de siempre, perplejo no aparta la vista de tu pelo recogido. Percibe y siente las emociones que arrastra el vapor del café. Inesperadamente cambia su hábito y elige la mesa próxima a donde estas. Más no puede con tu alo de seducción innata y elige acercarse más. Atraviesa cuerpos sin percatarse, tu presencia lo desnaturaliza. Olvida los tormentos sufridos, las laceraciones por la condena.

Un movimiento descontrolado de tu mano tira el sobre abierto de azúcar. Sin querer una nueva actividad surge para poder concentrarse más en tus melancolías. Los granos de azúcar dispersos en la mesa son apartados uno a uno como lo ha hecho con lo que su alma rescata, así circunda el jarro caprichosamente. Para allí los granos blancos níveos. Hacia la veta mas oscura, principio de alguna antigua rama, los corpúsculo albos y entre medio algunos partículas inmaculadas olvidadas y otros mas lechosos que semejan un grupo. Así se ordenan y así confunden pues ellos son lo mismo. Y justamente eso es lo que te irrita, la Felicidad a lo lejos en el horizonte te sigue esquiva. Podría ser con uno, o con el nuevo o quizás con el. Finalmente la dulzura es la misma solo hay que llevarlos a la boca. Pero también saborearlos. Algunos ya libados no les supiste encontrar la dulzura, los padeciste dulces pero vítreos, dulces pero yermos, dulces pero ásperos.
Volves a girar la solución con la cuchara para borrar tu mirada reflejada que te asusta, aprovechas y escapas a recuerdos que te esperanzan, pequeños gestos que te sirven para aferrarte del naufragio que avizoras.
La oscuridad desaparece por un momento, algunas luces la abortan. Los dedos nadan en la madera lustrada y arrinconan los blancos granos derramados, ya ellos forman la isla. Allí tu mente vuela, busca un lugar, un oasis que contenga.
Te sentas en la arena blanca apoyada a una palmera y el viento alcanza tus parpados haciéndolos cerrar, se siente calido. Recuperas el control y avanzas con la mirada al horizonte marino, la silueta de la barca se desdibuja, parece que se acerca embarcado y dudas, la angustia crece y la imagen del navío se pierde. Se pierde junto a quien podía ser.
Una de tus manos se cierra en torno al jarro caliente, volves a tu realidad y te redescubrís alejada en el bar. Tu alma mueve el dial entre la lógica adulta y el idealismo adolescente. Desde la primera estación las voces son claras, moduladas. Pero no incentiva atención, no tienta.
El ritmo de tu corazón hace interferencia, se siente víctima y lleno de cicatrices te implora fantasía. Ruega por encuentros al atardecer, necesita de cartas y de silencios en reposo. Una tarde de lluvia para compartir junto a atados de sueños carentes de realidades restrictivas. Exige incansable recobrar la magia provocada desde la ilusión de un mundo eterno ideal. Pretende con la sensación de que sin su presencia ya no hay nada, que con el solo basta.
Tu corazon esta ávido de asociar aromas con abrigos, caricias o pelos que resbalan en la piel. Adicto pide más de su propio veneno.
Pero la sensatez es un puerto seguro y los sentimientos navegan hacia el. Allí podrás descansar, encontrar y por fin sentirte completa. Ya el alma sabandija no evidenciara el vacío, real y frío.
Los cuentos de caballeros, dragones y de jardines floridos no son mas que eso. Entusiasman y permiten creer en que todo es posible pero la cosa es de dos y no solo de sueños.
Esta vez el indicio es contundente. La posibilidad de comenzar una etapa en donde se comparte no solo vísperas soleadas sino también ciclos ventosos parece que es la clara certidumbre. Ya quedan atrás las aspiraciones de la casa junto al lago en una primavera eterna.

En un momento giras a media para observar si realmente alguien esta detrás. El fantasma, condenado a vagar sin poder sentir nunca jamás el contacto con otro ser, explota al máximo los otros sentidos. Necesita observarte hay en algo en vos que lo atrapa. Tentado decide sentarse a tu lado, se acerca peligrosamente, este nuevo compañero que no percibís se detiene al quedar cara a cara y olvida por un momento que vos no lo ves. Duda de intentar besarte, se recobra y estático te observa. Toma distancia aferrado al aroma del café reacomodándose en la silla. Caminos diferentes y el mismo destino el de pretender olvidar para dejar de suspirar.

Avanzas sobre la taza y tomas el primer trago. Te asustas porque crees ver lo que esta por venir, sabes que ya no volverá. El sabor se declara fuerte mientras recorre tu boca, pretende quemar pero la dulzura distrae tu atención.
Lo que era un juego de seducción con el se desborda y ya no hay control. Te quedas pese a no estar y arde, las imágenes de tu piel friccionando con la de tu amante te elevan a un estado especial. Sus labios entreabiertos dejan escapar susurros ahogados de te quiero que no llegan. Las miradas conectan y no hace falta decir nada.
El café quema y la ausencia llaga. La que se genera con la inmediata despedida después de cada encuentro. No hay tiempo alega y sola quedas en la profundidad de la cama deseando lo que no fue, sola con su olor impregnado. Con tu cariño despreciado, con abrazos no rendidos. Abandono y silencio, la letra chica del reglamento.
Agotada por pequeños pesados fracasos levantas la taza y hueles el aroma intenso.
El perfume ingresa en tu cuerpo y recorre como un haz de luz tu mente anestesiando la preocupación. Parece narcotizar cada herida, sabes que es eventual pero disfrutas de esa menuda placidez. Un segundo trago cálido te reconforta. Penetra con su dejo dulce y parece enjuagar.
El juego termina y con el los encuentros. La esencia del café invade y enturbia el olor de él en tu rostro, pese a ello en tus labios se siente, adictivo aroma que finalmente abandona. Un trago mas y el placer de la infusión completa toda tu atención.
Mientras los sorbos de café ganan el cuerpo. Las manos frías buscan cobijo abrazando la taza hasta estrecharla con más fuerza. De igual manera que te aferras a esos viejos sentimientos. Es verdad, sabes que es solo por un tiempo, luego la ausencia invade, enfría. Ya lo sabes.
La pócima aniquila pero provoca.
La mano sin anillo no descansa y continúa su juego circular. Hipnotizada por el brillo oscuro deja que el vapor la adormezca. Pero con el, los sentimientos que surgiendo de lo oscuro impactan en tu rostro, confunden.
Un suspiro te permite el paso a la sorpreda, ya la Noche anda por la vereda. La Luna asomando pretende claridad y se desordenan las ideas en tal transparencia. Las emociones se esconden encandiladas por la razón. Los pensamientos fluyen pisoteando los sueños, parece todo mas ordenado. Ahora entendes lo efímero, ahora recordas que fuiste vos quien no quería compromisos. Será lo mejor te repetís. Borras su número del teléfono decididamente, te prometes dejar de verlo en cada gesto de cualquier desconocido. Pero las imágenes son tuyas y haces trampa con el ultimo trago, mas dulce, y conmovida te decís que no podes y ahí mismo sorprendida te encontras iniciando una aflicción inesperada. La piel grita la verdad en tus oídos y se siente por todos lados, no podes escapar. ¿Por qué es tan difícil dar solo momentos?
Un último trago impacta en su dulzura, el café ahora es más, dispara sabores anunciando la intensidad. Al igual que el corazón implora aferrarse a esta antigua y renovada presencia, ausencia que surge siempre antes del aura. ¿Será cierto cuando aventuran que la magia es posible? ¿Encontrar el encanto en los momentos simples con alguien que solo tiene sangre roja será conformidad?

El espíritu a tu derecha contempla tus ojos esquivos. Ha decidido recobrar su camino, pretende olvidar su condena. El a su manera amo pero lastimo, hirió y pensando que perdía todo le decepo el brillo de los ojos, guardo el cuerpo lastimado y horrorizado se agoto, se marchito en la angustia. Vos le recordaste que amo mal, tu pelo descubriendo tú nuca lo transporto y la infelicidad lo abatió, deseo tocar tus labios pero ya maldito recordó que jamás podría sentir lo que ahora tu amante ha despreciado. Condenado su pesadilla se reitera en cada pelo recogido. No puede esconderse de su designio pese a la noche y en ella se aleja en búsqueda del aroma del jazmín que ya no lo recuerda.

El aire que ingresa despeja las emociones hacia la oscuridad. La razón gobierna y la complicidad en tu corazón conspira. Alejandro canta:

…Nada es eterno/todo llega al final/tan solo se que busque y que busque/lo que este mundo me duele y me da…

La noche esta lista para nacer. Tus amigas ya llegan y tu animo recobra vigor, aunque tu alma esta herida.
Promesas que recobran y sueños que completan se disuelven en el ambiente. Olvidar parecía fácil.

lunes, 20 de octubre de 2008

Caballero-Niño

Un día te despertaste y lo maravilloso ya no lo era. El amor no cambio pero las puertas del castillo se derrumbaron y entraron por ella dragones que malvadamente quemaron y destruyeron todo.
Miradas malas, reclamos en voz baja lastimaban tus oídos. El no esta cuando el sueño no llega, aunque no deja de amarte, pero la noche oscura sin el ya no es igual. Y vos tan pequeño ya no entiendes porque. Noches de insomnio y miedo que no responden a tus preguntas.
El fuerte ha quedado grande, vacío. Te convertiste en el caballero-niño guardián para luchar contra los fantasmas que antaño ahuyentaba tu papa. Como duele su ausencia y como palpita tu pequeño corazón en el desamparo, que no es tal, pero de pequeño ya aprendiste que el dos nace del uno más el uno.
Tu reina sola, poco a poco entristece en sus pensamientos.
Pronto llega el día y tu rey pasa a buscarte, y después de recorrer el valle montado junto a el llegan donde todo es amor. Y los brazos de tu tía te apretujan como si quisiera exprimirte, te entregas y hundís tu nariz en los rulos. De la mano recorren los animales, huelen las flores y la intimidad es única. Rincones misteriosos donde tus ancestros jugaron.
Los manjares de la abuela penetran con su aroma por tu nariz y marcan con sensaciones esta etapa de tu vida. Paciente ahora te goza.
El enano del condado te mira extasiado, te ve llegar, elegante en tu armadura plateada, y se convierte en tu sombra y juntos recorren el bosque en búsqueda de emociones. Enfrentando peligrosos insectos, y distintas plantas monstruosas. Armados los dos con sus espadas avanzan a tropezones entre la maleza. Por momentos discuten el camino a elegir y tu autoridad producto del conocimiento se impone.
Caminan cruzando ríos bravos, desafiando la magia de los duendes hasta llegar a la cocina en búsqueda de provisiones.
El vuelo rasante de un cóndor voraz, que parece una calandria, los une y espalda con espalda soportan el momento con las armas en alto. La dupla esta dispuesta a todo y montados en el petizo desafía los límites y recorren terrenos oscuros, cuevas jamás exploradas por el ser humano y hormigueros gigantes que caen abatidos por el sitio provocado.
Cada momento es intenso, ves pasar a paso distendido a tus adultos queridos y descubrís una familia que te supo esperar. Van y vienen en la rutina, construyendo y ordenando el clan.
Todos ellos harán del momento algo más llevadero. Pronto estarás creciendo y comprendiendo. No te detengas a juzgar, es más complejo ser adulto. Es un mundo sin duendes, princesas y cascadas.
Un día otros amores inundarán y otros se secaran en un corazón de caballero-niño que no quiso zozobrar en la soledad. Los sentimientos te empaparan el rostro, te nublaran la vista y sabrás con claridad que quien lucha tiene otra oportunidad.
Un día la sonrisa volverá y se mezclara con la charla amena.

lunes, 13 de octubre de 2008

La Lluvia

Contemplar, detenerse y contemplar. Lo que hasta ayer parecía el silencio y lo insulso me demostró que no lo es. Elabore una muestra alguna vez y la conclusión supuso que no era la nada pero que parecia vacío. Error.
La lluvia estaba anunciada por los expertos, simples lectores de una sinfonía natural anticipan el “mal tiempo”, malditos ignorantes mal nacidos. Desconocen o lo peor niegan la majestuosidad.
Esta todo pensado cada instrumento afinado para provocar. El publico natural deseoso y dispuesto a recibir. Algunos acordes llegan primero y anuncian. Escondido en mi guarida observo como la pieza natural comienza y avanza llegando a todos, inclusive a aquellos que la esquivan. Con la misma potencialidad, original, pienso que hasta es desaprovechada, algunos hablan de mal tiempo.
¿Podremos evitar esa idea? Hay algo de malo en la lluvia? Digo lo que sabemos: es agua, es sinónimo de vida, es frescura, es olor a tierra húmeda, es recuerdo cuando niño aprovechando el descuido adulto pisamos charcos. Cuando adolescente, sabios sin saberlo a las claras por un instante, la desafiamos dejándonos alcanzar. Es sonido que acompaña nuestro descanso. Es para mí acercamiento, es algo de vos.
Comienza la función, amparado contemplo el sonido. Llega, caen las notas como gotas. Algunos pájaros se ubican en la butaca del árbol a resguardo también, sospecho que para disfrutar la consonancia. Llego, todo se para por un instante ante mi observación obtusa. No es así todo conjuga y actúa, hay presencias que crecen, brotan esencias. Algún pájaro feo que olvidó cruza veloz, amotinándose desafía la lógica avícola. Otros bichos sorprendidos harán lo que pueden mientras se repreguntan porque no son más atentos a la información de los meteorólogos. La hormiga conocedora esta a resguardo.
No es anarquía, la lluvia gobierna los minutos. Y todo pasa.
Es en ese momento me descubro mal ubicado. Logro acomodarme y asi me detuve y contemple.
Y poco a poco empezaron a llegar a mi cerebro mensajes in entendibles, sonidos perfectamente incomprensibles. Imágenes completas que derrochan originalidad, irrepetibles. Combinación de luces y cuerpos en un escenario que parecía vacío. Algunos pocos pájaros mas bellos cantan, cantan horrible y para suerte (de todos) los feos, que somos mas, afinan mejor.
Sabia naturaleza regala mas notas que ya no son gotas. Los colores que son conocidos, se combinan y se muestran nuevos y vivos. Es música natural volcada en tonalidades.
Lo mejor: la lluvia que recién termina, es contenida por algunos árboles y de la mano de otros actores recorre el camino inverso como vapor. Como explicar algo que ya todos hemos visto, algo que la mayoría no han contemplado.
De pronto parece que de cada lugar surge como aliento suave, lento, más suave… lento y apenas desprendido de la tierra práctica movimientos perfectos, son porciones de una misma entidad que brotan que se entremezclan acompasados, se agrupan para completar el fenómeno.
Ascender convertidos, afectados conociendo que han dejado huella, pero a la vez desprendidos de todo reconocimiento por desinterés o por simple profesionalismo. Avanzan expertos e inexorables a reunirse con la masa elevada que atenta espera eligiendo el momento.
Mis ojos ya no alcanzan, mi observación es insuficiente y mayor aun la incapacidad de trasmitir. Estoy abrumado y entre otros el ciervo lejano me observa un instante. Y no lo registro estoy embriagado con los innumerables sonidos. Me lo pierdo, no logro captar la elegancia de sus pasos, su andar sigiloso. Peor aun, no capto como una rama le pega por propio descuido en un ojo. A la distancia una hembra lo descarta como potencial copulador. La hormiga que ya recorre entre el barro murmulla que no hay una segunda oportunidad para una primera buena impresión.
Que error. No es más que eso, nada grave pero cuanta energía recorre a desconocimiento de mi presencia. Espero que algunos pocos, más sabios, con tiempo mejor aprovechado sepan observarlo. No es definitorio ni excluyente para resolver problemas pero… y si lo fueran. Y si la respuesta al desamor esta en el sonido estridente y claro que rinde un pájaro al ultimo rayo.
Alguien diría socarronamente y si la brisa entrecortada que golpea en el rostro resuelve el enigma de la gotera de la canilla. Bueno sonreír un poco no esta mal pero escapar de la idea de que el ser humano es el eje de todo no esta nada mal.
Elevo mi vista y escapando de los haces veo como ya el celeste no lo es tanto. Oscurece y se entremezcla con las nubes que viajan junto a un viento que me ignora, que no me toca. Por que no? Me diría la hormiga que para esta altura del encuentro ya varios la aprecian.
Somos insignificantes, tenemos que recordar que no es tan importante lo que no nos deja dormir para dejar de hacerlo. Que hacer? Tampoco sirve sentarse varias horas a contemplar la nada. Corramos o caminemos en nuestra existencia pero sin demasiado equipaje. Que la holgura que reclamo nos permita olvidar por un momento y reconocernos insignificante ante lo grandioso. Catarnos grandiosos en gestos e insignificantes para reclamos inútiles.
Evito caer en la reflexión pero tentado trazo algún paralelismo y digo: atentos en nuestro presente y avizoremos que el ciervo escondido de nuestras vidas tiene imperfecciones, que si llega estemos absorto ha reconocerlo, disfrutemos de su elegancia pero a no esperar que sea el de nuestros sueños. Pues también seguramente tendrá cicatrices, dolores, quizás una renguera. Pero será el que el destino nos escoge para un momento porque lo esencial estará presente.
Y es fundamental la temporalidad, hablemos de momentos y no de “un para toda la vida”. Porque con ello caeremos en la presunción de que la caminata que nos debemos bajo la lluvia sea en la próxima tormenta.
Me conecte, y recordé que la lluvia me lleva a vos.

viernes, 26 de septiembre de 2008

Yo Soy

Me ha pedido una auto-entrevista. No me resulta fácil empezar, ya bastantes preguntas rondan en mis circuitos. Entonces para saltar la barrera que propone el formato comienzo a explayarme. Vos que casi me conocés ahí va mi presentación:
Nací en el pueblo de mi mamá, Cnel. Pringles, un otoño del año 1974. El primero de varios y uno más de tantos nietos. Algo lindo a rescatar, pues que es una familia religiosa de ambos lados.
Luego, conforme los años me crié en la tranquilidad del campo, que fue donde se disparó mi incontrolable fantasía. Fue un momento muy cuidado por mis padres, nutrido por amigos especiales. Con inolvidables tardes de juego y maravillosas vacaciones compartidas.
En una segunda etapa anduve rondando por las calles del pueblo de mi papá. Se llama Indio Rico, allí maduré. Allí reí, lloré, amé todo con pasión adolescente. En aquel momento acaparé algunos amigos, algunos perdidos en el tiempo, otros que siguen a mi lado.
Con el tiempo vino la Universidad, cambié nuevamente de escenario y me encontré sin darme cuenta con mi ciudad, serrana, que adopte finalmente. Ella me ha dado muchas cosas: una profesión, un trabajo, un amor, amigos, que más me dio?… un rincón donde llorar, una ventana por donde esperar, sendas por donde caminar, una plaza con aroma a tilo. En ella recorrí noches de alegría, horas sin prisa, minutos de café…amigos mas y más. Es una vida tranquila la que llevo, sin sobresaltos con momentos bisagras como todos uds.
En uno de ellos nace mi gusto por escribir aunque este placer lo auguró mi maestra de primaria, a quien guardo en el corazón, confirmando mi verdadera vocación: escritor. La 1º historia nace mirando el cielo de noche, solo, en una playa (allí donde viví veranos de infancia feliz), luego desencadeno otros escritos que, a diferencia del primero, quedaron en cenizas. Con el tiempo viene una revista que hicimos con amigos y finalmente descubriendo este sitio encontré la forma de que lo que trasmito no lo queme mi inconformidad.
Hoy mi vida se resume en disfrutar de mis seres queridos, generar proyectos que me den más tiempo que dinero. Voy de la mano de un ser especial que creo proteger, que me da paz. Juntos proyectamos una familia con intención de repetir el éxito de nuestros padres.
Disfruto mucho de las caricias de la vida, una a una ya que se que hay un día en que puede venir algún revés, es inevitable… lucho para fortalecerme y estar preparado.
Mi Fe en alguien superior me provoca tranquilidad, y la esperanza de que esta vida es una etapa más de construcción me permite vivir en cierta armonía con aquello que nunca fue pero que será.
¿Cuales son mis sueños? ¿Que veo en el espejo? ¿Que me inspira? ¿A que le tengo miedo? Definiciones de la vida solo las daré cuando sea famoso y Juan me entreviste. Mientras agradezco a quienes me han dejado un comentario en los escritos ya que han sido muy amables. Si adelanto que habrá un par de escritos más al sitio del cual estoy eternamente agradecido no solo por el espacio sino por el disfrute que me provocaron los demás miembros. Hasta pronto.

El Viaje

Van, vienen. Diferentes personas pasan. Están los apurados, los lentos, los indiferentes, los nerviosos, los que buscan, los tranquilos, la lista es amplia.En la vereda de un pueblo el observador se encuentra con una importante variedad de seres que arrastran diferentes emociones.Tal vez nos pasa desapercibido usualmente por ser unos de los distraídos. Eso si, el día que pertenezcas al grupo de los observadores vas a sondear una paleta de estados increíbles. Lleva sólo unos minutos, alcanza con una mirada. Podrá con ello desenrollar una historia que se convertirá en nada o en la mejor de todas.El merito será suyo o de su fantasía, o bien consecuencia de lo que absorba. Sin duda que será intenso.Aquel día era de primavera, imborrable provoca esta nota, época de exámenes. Nervios. Viajaba hacia la Facultad. En lo que sería un muestreo de la vereda: el colectivo de línea urbana.Algunos pasajeros seguían compenetrados, otros relajados miraban el exterior. Unas mujeres conocidas entre ellas entregaban risitas al ambiente. Queriendo salir de mis nervios, practiqué la rutina de observador de rostros.La experiencia aconsejo comenzarla haciendo un paneo general, ese día algo me atrapó inmediatamente, había una mirada que se perdía en el trajín del desfile de objetos, pasaban conformes al avance del transporte. La capté a medias y como una rotonda de pensamientos supuse que estaba enamorada o que recordaba…tal vez extrañaba.No sabía por cual optar, intenté concentrarme un poco más. Necesitaba encontrarle el sentimiento. Cerré los ojos por un instante.De pronto su angustia me invadió, sufría…El ya no estaba, lo extrañaba. Intentaba recordarlo. Creía escuchar su voz, pero no sonaba…temía olvidarla. En sus laberintos todavía quedaba algún “Te quiero” errante, sin destino vagaba sin salida.Una frenada brusca me sacó la atención. Abandoné su desolación, pese a que escuchaba el corazón abatido.La ansiedad del chofer se sentía, faltaban muchas horas para su día de descanso. Su juventud no enervaba la agitación.De pronto mi atención se concentró en el futuro pasajero, que ya tenía un pie en el colectivo. En ese instante una voz que nunca llega a nuestros oídos frena el ascenso. Lo detuvo, fueron segundos lentos, intensos para varios de nosotros. El chico vuelve su mirada hacia atrás respondiendo, el colectivero saca el cambio del motor intuyendo el momento.Ella angustiada se toma un descanso y se concentra en la situación junto conmigo. Inmediatamente la voz del padre se repite, llega a nuestros oídos: “compórtate bien”, era un pedido distendido. El hijo abandona el colectivo y sobre sus pasos vuelve. Abre sus brazos y con ellos rodea a su protector… se sintió, era amor, agradecimiento.La angustia y la ansiedad de los extraños se evaporaron del ambiente. Había amor, radiante. El padre sorprendido sabiamente cerró los ojos y gozó. Todos gozamos. Inmediatamente el joven subió al colectivo y de rodillas en el asiento por la ventana clavo su mirada en el padre, el lo amaba y el hombre en la vereda no salía de su estado. Había un pacto de amor, indisociable.En coro suspiramos, el motor arranco su marcha y los sentimientos individuales recobraron. El colectivero y la ansiedad, ella y la angustia, ahora un poco nostálgica se expresó con una lágrima. Pues ella entendía lo que había sucedido. El abrazo, el “Te quiero” íntimo propinado, era lo que la hubiera curado.Ese momento único nos reforzó la idea de aprovechar cada instante para demostrar lo que sentimos. Fue sólo eso, un momento especial. Usted no espere por el, adelántese y dígalo. Abrace puede ser una de las últimas oportunidades. Ella sin saber todavía de estas palabras comprende lo que digo.

Fecha de publicación: 13/03/2006

Discusion

Este es un recuerdo que guardo desde mucho tiempo, proviene de mi etapa en la escuela primaria rural. Tenia aproximadamente nueve y en una acalorada discusion con mis colegas de estudio no lograbamos ponernos de acuerdo. Esto transcurria en el recreo y teniamos algun que otro espectador de la confrontacion verbal planteada. Los mas chicos lograban concentrarse en el tema polemico e incluso interrumpian con alguna que otra pregunta que clarificase. Cosa que de buena manera era contestada por uno de nosotros. Otros chicos, mayores de edad(quizas diez u once)esbozaban una sonrisa a modo de poseer mas sapiensa y se alejaban rapidamente para evitar algun cuestionamiento que pusiera en juego su conocimiento en la materia.Transcurrio la discusion sin llegar a un claro entendimiento de la disputa conceptual y para darle un punto final a todo el embrollo decidimos por iniciativa mia consultar con nuestra maestra Yoli Gonzales. Ya que la palabra de ella era santa y ademas había estudiado un monton...Entramos al aula y una vez sentado en mi banca procedí a acomodarme mi delantal y con un movimiento de cabeza, digna de un tanguero arrabalero, la llame para que se aproximara a el foro de discusion y que por fin dictaminara quien estaba mejor enfocado. -Mire maestra, abusando de su conocimiento- alege mientras engrosaba mi voz para darle seriedad al asunto- nos hemos visto en la necesidad de consultarla sobre una duda que nos aqueja--Haber Leandro, contame cual es el problema- dijo Yoli mientras peinaba su flequillo en el vidrio de la ventana.- La cosa es asi: Marcelo y el gordo Gabriel dicen que para tener un bebe hay que escupirle una leche a la mujer de uno y listo... y para mi es que hay que juntar la semillita de papá y la de mamá y esperar a que se hinche el ombligo.Usted que me dice?- finalice cruzandome de brazos.Ustedes imaginense la cara de la maestra Yoli... si Uds. hubieran escuchado el escandalo de las nenas!En fin la discusion fue aclarada y la anecdota recordada. Solo me resta volver ha ubicar en el cofre blanco de mi vida a mi segunda mamá la maestra Yoli GONZALES.

Publicado en 1998

El Desvio

Hace un tiempo que corre por mi mente la idea de que me encuentro en lo que puede ser la mitad de mi existencia. Encuentro aquí una forma de canalizar palabras que solo, probablemente, se entenderán por mi y aquel que apenas agudice su atencion. Están prevenidos.
Surgen análisis, brotan recuerdos, y pretendo vislumbrar lo que vendrá, a consecuencia de decisiones que todavía se elaboran.
Algunas sin transcendencia que provocaran grandes cambios y otras tan difíciles de tomar que luego no las recordare. Si, también surgen contradicciones.
Camino sobre una senda que otorga a la observación de ajenos cierta luz, parece todo tan ordenado. Sospecho que lo terrible es que finalmente lo sea.
Por momentos mi alma se distiende y saborea la cosecha de lo que tanto costo, una pizca de tranquilidad, otra de contención, gotas de sonrisas seductoras, una lluvia de cabellos que acarician un rostro que ya seca, que borra huellas. Grietas que no se olvidaban con el primer brindis, que dolían con la tormenta. Incomprensión, desilusión y ausencia pretenden resumir un epilogo de un viaje intenso, aventurado, inocente por sobre todas las cosas. Esperanzado desde siempre.
Dormía en la anarquía y los rayos del sol me despertaron, un ser que conoció desde siempre como mi mente maquina, deforma, anuda, brota, transforma sentimientos que por momentos me rodearon.
La vida se completa con buenos recuerdos, lo descubrimos desde jóvenes, y sobre esa creencia es que pongo precaución y hoy analizo con mas cuidado ante la nostalgia. Como tampoco me encandilo con la luz.
En la elección se resignan cosas, es inevitable, ¿les ha pasado que las insignificantes perdidas luego no lo son?. Que sabiduría demandan los momentos en que hay que evaluar lo importante de lo insignificante. ¿Será que la esperanza para suponer que lo eterno será circunstancial puede conducirnos a la aridez?.
¿Cual es el precio por negar lo que parece insignificante? ¿Qué determina que no sea costoso? Parece que lo vale, va con ello mi vida. Nacen posibilidades, sueños que se cumplen.
No debería contarlo pero poco a poco miro por la ventana y me invade un pesar que conozco, el viento que al acariciarme trae ecos que embriagan. En la intimidad del encuentro mi alma sonríe pese a lo breve. Supone que no empaña, que no traiciona. ¿Acaso en la senda no ronda secretos? La traición, pese a que casi no la conozco, le temo. Detrás de su figura se esconde la desolación, que si que la conozco.
Me debato entre la ambigüedad de la realidad acogedora, sobria, predecible; y los sueños que alguna vez construyeron un mundo especial, irreal, impredecible. Desde la racionalidad la elección es obvia, y hacia allí caminare. Arrastrando en las alforjas sentimientos que costara repetir. Que solo saldrán ante la eventualidad dolorosa, ya tarde, tal vez no.
Es la mitad, hay metas, alegrías, amigos, ganas, proyectos, amores, solo resta que todo salga mejor.

Fecha de publicación: 12/12/2005