lunes, 10 de noviembre de 2008

Adelanto Orientador Enciclopedico de la Biologia Perversa

En este breve compilado reúno una serie de elementos bióticos que conforman nuestro medio en una descripción lejos de ser detallada. Todos poseen como característica el ser una entidad que en plena evolución tienen una tendencia, porque no genética, a complicar la vida del humano promedio.
Parado sobre el reconocimiento académico del que gozo es que me tomo la atribución de aleccionar a la masa ignorante.
Sí!, a Ud. desorientado lector. Que cree que porque alguna vez leyó un capitulo del “Lo se todo” cree estar preparado para ser independiente y formar una familia como Dios manda.
Generaciones enteras perdidas en la vanidad…
El informe, por denominarlo humildemente, previene sobre esos animalitos. Así lo denominaria aquel observador inocente.
Bicharracos, digo envalentonado sobre mis títulos, que gozan de la popularidad o de la indiferencia otorgada por todo tipo de homo que camino este planeta.
Organismos que llevan adelante desde su pueril vida complejos y anudados complots a la raza humana benefactora. Desde recónditos rincones, cobijados por la despreocupación, o lo que es peor por la notoriedad que le otorga la leyenda. Estos objetos de estudio representan un sinnúmero de características por lo menos improcedentes para la convivencia.
Es así que sin más paso a desarrollar los primeros esbozos de lo que sin duda será uno de los pilares de la biología neomedieval. Horas, tal vez minutos de trabajo fue la consecuencia que provoco el haberme topado con una serie de casos testigos, algunos mal llamados domésticos queriendo erigirlos a la categoría del espécimen femenino del homo sapiens.
Ante la gran cantidad de ejemplos que arrastran este trabajo es que he ido seleccionando a uno por ambiente, con la clara intencionalidad de cuanto antes dejar de trabajar. Les adelanto que esto de divertido tiene poco. Si mucha exasperación.

El primero de ellos respetando no el orden alfabético sino el nivel de indignación que me provoca es el Gato. Este félido, diversificado en cuarenta especies, tiene como principal exponente al famoso gato de cocina.
Este animal ha encontrado la forma de ganarse la confianza del ser humano, para ser mas especifico con aquel que modifica los alimentos, y de esa manera convivir en la comodidad que le confiere tal asociación. Es así que automáticamente se convierte en victimario de un variado conjunto de personas que en mayor o en menor medida complementan el entorno íntimo del cocinero/a.
El que peor la pasa es sin duda el Novio Nuevo, en complicidad con el jefe de flia. recibe un variado numero de maltratos resumidos en mordeduras, comentarios inoportunos, caricias que se convierten en torturas, zarpazos, miradas lacerantes, y lo peor la combinación de los recursos citados. No hace falta aclarar a quien corresponde cada acción.
Es aconsejable focalizar todos los rencores adquiridos en uno solo de ellos que por una cuestión de criterio ya todos tenemos en mente; pero como las consecuencias han de ser imprevisibles centrémonos en el gato.
Conciente, el nuevo integrante, que un comentario como: “juira bicho e`mierda” para cualquiera de los dos contrincantes catapultaría las relaciones, mi sugerencia es en esos casos practicar certeros golpes imperceptibles por todos a excepción de la anatomía felina por debajo de la mesa.
Y sino algo, que a la vista de todos, puede provocar un cambio de roles que lo favorezca: pues se trata de llevar al regazo el gato y en ese movimiento buscar, inclusive con cierta crueldad, los músculos intercostales de la mascota y provocar un cierto pellizco que lo estremezca al punto de perder el control, de esa manera el gato responderá con un lógico y peligroso guantazo.
Consecuencia, mientras el animal reacciona arrepintiéndose porque se descubre su plan in manifiesto descubre que ya será tarde pues no puede desdecirse de su accionar improcedente. Un poco porque su lenguaje es incomprensible y mucho porque su malicia no le permite la menor retractación.
Es así, este animal siempre desde la clandestinidad que otorga el estar debajo de la mesa provoca una serie maniobras que desde la crueldad o la venganza tienen como receptor a aquel que menor lazo relacional tenga con quien le da de comer. Y si por alguna razón fuera descubierto por quien debe impartir justicia será aprobado con total impunidad inmediatamente bajo el comentario de: “ay…mira como juega”…
Otra posible victima puede ser aquel que creyendo que el felido no lo iba a traicionar decide que la castración del gato es una buena medida. Pues se entero el bicho y una nube negra perseguirá al autor intelectual de tal circuncisión. Reentiéndase caminatas por encima del auto con garras afiladas, perdidas incomprensible de facturas con rápido vencimiento.
Tengamos cuidado, escondido en ronroneos y demás actos de inocencia el gato de cocina se las trae. Están prevenidos…

Los ejemplos de organismos perversos a citar son numerosos. Pero voy a centrar la atención en los más sorprendentes. Uno de ellos es el Colibri, esta peligrosa ave americana, feroz en el dominio territorial. Voladores con tracción trasera, que no es poco, anda provocando suspiros en el observador común.
Un poco inducido por la insignificancia del tamaño del espécimen en cuestión, que es inversamente proporcional a su malicia y a su colorido, y mucho porque el desprevenido observador lo aprovecha como excusa para liberar cierta angustia por algún amor prohibido o por algún secreto que tortura su conciencia.
Lo cierto que el pajarraco habilidoso en las artes de la aeronavegación se anda haciendo el sota metiendo el naso en las flores mas bellas solo con la intención de ocultar su mas bajo instinto.
Las pruebas están al descubrir que el animal en cuestión, en el movimiento de supuesta succión, mira para ambos lados para confirmar que distrajo la atención de quienes lo descubren. Pues que hace uno si ve un colibrí: inmediatamente lo pierde de vista.
El ave provoca una intrépida huida que genera confusión pues se lo busca inmediatamente entre las flores. Aprovechando el minuto de caos da rienda suelta a su lascivia y aprovechando sus habilidades aéreas inmediatamente se dispone a espiar por las hendijas de alguna persiana y así poder captar alguna desnudez adolescente.
Más a mi favor resulta cuando se analiza la estadística de muertes prematuras de colibrí que resume semanalmente el INDEC. Los valores nos sorprenderán: 75% colisión al doblar en U, 20% desprendimiento de pico ante cierre de persiana, 5% peleas pasionales.
Los números gobiernan el mundo y los pensamientos pecaminosos la mente retorcida del colibrí. Señores!, Basta de poesía sobre el bicho, exijamos moralidad. Inclusive requiramos a la Naturaleza buen gusto. Bien es sabido que el pajarraco no tiene reparos en observar a las señoras entradas en años, que se diga una señorita de buen ir o buen venir vaya y pase, saquen número y hagan fila pero no con las que calzan arrugas. Cuanta hipocresía.


Hemos repasado el mundo domestico, el ambiente aéreo y me gustaría para ir terminando recordar una presencia malvada en el mundo de las inmundicias. Hablo sin más ni menos de la Vaca de San Antonio.
Se que mi reputación esta en juego al meterme con un bicho que trae suerte, se acobijo en la leyenda para sobrevivir de generación en generación. Pero lo extraeré cual tumor del saber popular con la crueldad con que dirime sus actos alimenticios.
Todo tenemos en el recuerdo un insecto caminando, inclusive hasta con cierta porfía por el contorno de nuestro cuerpo. Desafiando los límites de la ley de gravedad o las lindes del pudor de quien pone el cuerpo, capitulo aparte,…
El punto es que el bicho solo esta haciendo los movimientos lógicos que permiten la digestión de la ingesta de cien, 100, inocentes pulgones diarios que esta dispuesto a comer. ¡Los pulgones! ¡Bicho bueno si los hay!
El pulgón es un tipo bueno, junto con quien escribe intenta día a día eliminar de la faz de la tierra a la flor denominada Rosa. Planta y flor que provoca confusiones, heridas, nostalgias, dudas, gastos monetarios, recelos. Historias enteras de amor infructuosas solo porque la inconformidad femenina disparaba la ruptura ante la solo falta de tan ignominioso brote.
Un trozo de un ser viviente que ocultaba bajo su supuesto esplendor el sacrificio que había implicado renunciar a los besos de algún amor fugaz solo por respetar a la desagradecida en cuestión.
La culpa quiero decir es de aquellos primeros dibujantes que al ilustrar las conocidas historias de amor completaban sus insignes trabajos con floridos rellenos. A tal punto es mi verdad que nadie recuerda que camisa llevaba puesta la princesa y por ello las modas de ropa que van y vienen... ahora la flor quedo grabada en nuestra retina por siglo y siglos arrastrando los males que lleva aparejado.
Imaginen si es onerosa tal ofrenda hoy, pues lo que resultaría en la Europa gobernada por la peste negra. Y no ha de faltar aquella chillona que ha ultranza dirá a viva voz que la rosa y el amor van de la mano, no solo desconociendo la anatomía de uno y lo abstracto de otro sino también de lo generalizado de uno y lo aislado de lo otro.... ¿Señores y en las tribus nómades de los grandes desiertos ante la falta de tal vegetal estaban prohibidos de sentir las mariposas en el estomago? Bueno, he perdido la compostura retomare el camino del conocimiento.
Así pues los pulgones que saben de los secretos de la Naturaleza y no por estudiosos sino porque junto a los vendedores de artesanías acceden a una enorme cantidad de tiempo libre, son víctimas de tales insectos denominados místicamente vaca de San Antonio. Como si ya no tuviera suficiente trabajo el santo con el amor terrenal para encima cargar con la culpa de tal desgraciado carnicero.
Desconociendo que tal maquina feroz recorre nuestra piel con total seguridad, apelamos a su imagen pintoresca para tildarle cierta responsabilidad en los actos azarosos de la timba organizada.
Como si la ciencia probabilística tuviera algún tipo de conexión directa con tal organismo. Un despropósito si a ese pensamiento noble de reconocimiento y admiración lo asociamos a algún eructo imperceptible de nuestros delicados oídos provocado por la bestia que solo piensa en saciarse a pulgones.
Lo cierto que suerte-vaca de San Antonio están asociados por la ignorancia como desencadenantes de buenos aires. Es tal el grado de aprobación que en el cuerpo de testimonios recopilados el famoso etnólogo Manuel Rodera lo ha llegado a confundir con una Margarita. Flor que sí tiene directa relación con la suerte de los amores sin destino.
Y con cierta crueldad, reconozco, le han arrancado una por una sus extremidades al grito enardecido de: me quiere mucho, poquito, nada. Todavía tengo las palabras del insecto que siguen retumbando en mis oídos. Un capitulo espantoso que intentaremos olvidar…
Y así como mi raciocinio recorre los diferentes mundos en busca de reprobaciones y ensalzamientos, intentando dar por tierra mucha de las leyendas que el pueblo ignorante construyo. Es mi obligación como acreditado luchar contra tales molinos. Y como evitar entonces no estirar la mano de la ciencia para sacar del légamo a un ser que por siglos ha sido arrastrado al terreno de la difamación y la estigmatizacion.
Ya su nocturnidad le otorga un halo de misterio sin par, porque en ella se cobijan historias que desencadenan la fantasía cruel, se la asocia con expresiones de mundos diferentes inclusive desde la suposición de que gobernando su organismo se siembra el terror y la desolación en la humanidad. Un poco desconociendo que para ello que mejor que gobernar la mente de un republicano texano. Ni hablar si esos espíritus malévolos controlan la racionalidad de algún isleño europeo que alegando laboriosidad alcanzan las altas esferas.
Entonces para que meterse con un bicho que solo pretende comer, enamorar y descansar en paz.
Señores hablo del murciélago, en sus diferentes tamaños y hábitos alimenticios ha sido vilipendiado por su fealdad y por su falta de oportunismo para aparecer en escena.
Acaso el morar en los entretechos será prueba suficiente para morir bajo la crueldad certera propinada por la escoba de turno. La injusticia se cierne sobre este amigo volador de la Ciencia.


No quiero extender mi trabajo que naturalmente afecta a otros bichos más a tener desconfianza para no agotar la curiosidad de los respetables lectores cuando lean que el autor es quien escribe.
Pero si queda en el tintero hablar del tábano con quien firme un pacto de silencio infundado en el miedo que me provoca leer un sinnúmero de testimonio que al grito de:
- Ahhhhh, tábano y el órgano reproductor de tu madre!!
Dejan a las claras la intencionalidad de semejante volador, que a viaje rasante no evalúa riesgos ni consecuencias.
Sepan disculpar pero soldado que huye sirve para otra guerra. Si me tienta decir al menos que es un bicho que se convierte en la pesadilla de los amantes diurnos que se exponen al aire libre.
Amantes inocentes...porque aquel que ama de día es un buen tipo señoritas,…es mas como si tuviera algo que ver esta dispuesto a ser fiel, a sacarse una foto con toda la familia, a pasear a nuestras queridas madres e inclusive a prestarle la oreja y tal vez un consejo a vuestras amigas que tienen el corazón roto… El bravo es el de la noche queridas niñas, ese seduce, apasiona, engaña, enturbia las mentes inocentes. Provoca desvaríos, poesías, llantos, juramentos perjudiciales y renuncias desfavorables…
Otro animalejo a tener en cuenta es aquel que me indican el amigo Creparula: el Hipopótamo.
Al punto es de desconfiarle al Hipopótamo que siendo vegetariano pesa más de doscientos kilos…. ¿Quien le cree que anda de verduritas? A la desconfianza se le suma el cocodrilo, pues le tiene pánico. El reptil, que tiene la estima del público consumidor venida a menos, lo ve en la laguna y pese a su sediento interés por llegar clava talones y espera su momento. A sabiendas que la pelea esta perdida prefiere tomarse un trago largo de Granadina pura a tener que vérselas con tal marketinero nadador.
La Naturaleza de no ser por la intervención del hombre estaría condenada al fracaso, es menester de gente culta como quien escribe desandar por tal responsabilidad y desde la intimidad resolver el destino de todos Ustedes.
Sin más hasta la próxima.

jueves, 6 de noviembre de 2008

Juegos con heridas

El bar se ve nuevo, los colores tierra hacen del ambiente un espacio calido. Las luces recién prendidas definen los rincones. Elegiste uno con vista a la vereda, donde la gente apurada vuelve y la que no apurada va.
El descanso te permite retomar lo que por la madrugada no se resuelve. Te sentís apocada por el presente. Esta cita a solas con tus sensaciones te tranquiliza, apenas algo. Mientras la danza de sentimientos, parecen tomar sentido, pues buscan, ordenan, resuelven al compás aunque las opciones que no son pocas no te completan..
Pedís un jarro de café y al rato el camarero deja tu pedido con elegancia mientras la música de Leila suena nítida:

Espere por mim, morena/Espere que eu chego já/O amor por você, morena...

El lago negro libera vapor. Su cuerpo oscuro te interesa, en el se reflejan haces de luces que provienen del ambiente y sonidos que reconoces. Lejos de ese ámbito tus pensamientos libres, nerviosos van y vienen sin saber hasta cuando.
La mesa elegida se convierte en una cárcel de las primeras reflexiones. El sector ya esta huérfano de los haces del sol de primavera. La tarde afuera esta calida y la gente anda con diferentes destinos.
Mientras tu cuerpo se distrae moviendo la cuchara. La haces girar sobre su eje y cada tanto golpeas en la cerámica, la oscuridad por momentos es total y de allí la infusión traspola al mundo pasado, son voces o una vieja imagen que inmediatamente se trepa por el vapor.
El ruido del metal y la cerámica cuando se encuentran te entretiene, tu mente angustiada espera que el café ya no queme. Te expones a las emanaciones que chocan con tu rostro, son aquellas propias criaturas que surgen.
Sola recorres con los dedos cada espacio de la mesa mientras que tu mirada atenta ignora tus manos, las imágenes interrumpen. La infusión caliente despide en su aroma esas manos que te acariciaron, embrujadas llegan a tus mejillas y con olor a café te rozan haciéndote sentir viva. Sonreís. Por momento crees que el esta por llegar. Dibujas perfiles con un meñique, letras invisibles de personas que te esperan.

Mientras tu corazón acelera intermitente no te percatas de la presencia del fantasma que mira detrás del vidrio. Su figura terrorífica avanzaba por la vereda y sorprendido por tus pensamientos frenó. Abandona el recorrido por el puesto de flores donde finge sentir el aroma de los jazmines. A su paso algún perro se fastidia porque lo presiente. Intrigado decide entrar anticipadamente a su cafetería preferida.

Las ideas se ordenan en la penumbra y la reflexión es oscura. Aprovechando la libertad que da la sombra la locura levanta vuelo. Crees que los sentimientos todo lo pueden contra toda especulación, y remolineas sin brillar y no encontras la razón. Esa que te previene, que no quiere más heridas. Y así tus sentimientos brotan sin frenos y te permitís soñar.
No podes vivir sin el amor y ¿ya van cuantos años? Tus sentimientos afloran en un suspiro repetido y confían incansablemente en revertir el destino pactado.
La necesidad de un cambio radical te afloro hace ya unas lunas, desde ese momento es que sentimientos, imágenes, personas, palabras y demás han sido arrastrados por viejas nuevas lagrimas. Sentís que es posible, lo necesitas.
El solo llorar no te reconforta, los recuerdos recalaron en lo profundo de tu nostalgia y desde allí gobiernan cada energía, cada impulso que disparado desencadena la opresión en el pecho. El control es total pero a la vez esos mismos desechos silencian las asperezas dándole una tenuidad suplicada. Ya las ausencias, las miradas que esperan, mucho menos el albedrío mutilaran los sentimientos.
El café se siente fuerte, el azúcar volcado en la mesa interrumpe el desvarío de tus dedos. El aroma recorre la distancia suficiente y seduce con su intensidad, te distrae y hechizada miras el espejo negro. Allí reflejado ves tus ojos enjugados en lágrimas viejas y nuevas.

El fantasma que ya entra a la mesa de siempre, perplejo no aparta la vista de tu pelo recogido. Percibe y siente las emociones que arrastra el vapor del café. Inesperadamente cambia su hábito y elige la mesa próxima a donde estas. Más no puede con tu alo de seducción innata y elige acercarse más. Atraviesa cuerpos sin percatarse, tu presencia lo desnaturaliza. Olvida los tormentos sufridos, las laceraciones por la condena.

Un movimiento descontrolado de tu mano tira el sobre abierto de azúcar. Sin querer una nueva actividad surge para poder concentrarse más en tus melancolías. Los granos de azúcar dispersos en la mesa son apartados uno a uno como lo ha hecho con lo que su alma rescata, así circunda el jarro caprichosamente. Para allí los granos blancos níveos. Hacia la veta mas oscura, principio de alguna antigua rama, los corpúsculo albos y entre medio algunos partículas inmaculadas olvidadas y otros mas lechosos que semejan un grupo. Así se ordenan y así confunden pues ellos son lo mismo. Y justamente eso es lo que te irrita, la Felicidad a lo lejos en el horizonte te sigue esquiva. Podría ser con uno, o con el nuevo o quizás con el. Finalmente la dulzura es la misma solo hay que llevarlos a la boca. Pero también saborearlos. Algunos ya libados no les supiste encontrar la dulzura, los padeciste dulces pero vítreos, dulces pero yermos, dulces pero ásperos.
Volves a girar la solución con la cuchara para borrar tu mirada reflejada que te asusta, aprovechas y escapas a recuerdos que te esperanzan, pequeños gestos que te sirven para aferrarte del naufragio que avizoras.
La oscuridad desaparece por un momento, algunas luces la abortan. Los dedos nadan en la madera lustrada y arrinconan los blancos granos derramados, ya ellos forman la isla. Allí tu mente vuela, busca un lugar, un oasis que contenga.
Te sentas en la arena blanca apoyada a una palmera y el viento alcanza tus parpados haciéndolos cerrar, se siente calido. Recuperas el control y avanzas con la mirada al horizonte marino, la silueta de la barca se desdibuja, parece que se acerca embarcado y dudas, la angustia crece y la imagen del navío se pierde. Se pierde junto a quien podía ser.
Una de tus manos se cierra en torno al jarro caliente, volves a tu realidad y te redescubrís alejada en el bar. Tu alma mueve el dial entre la lógica adulta y el idealismo adolescente. Desde la primera estación las voces son claras, moduladas. Pero no incentiva atención, no tienta.
El ritmo de tu corazón hace interferencia, se siente víctima y lleno de cicatrices te implora fantasía. Ruega por encuentros al atardecer, necesita de cartas y de silencios en reposo. Una tarde de lluvia para compartir junto a atados de sueños carentes de realidades restrictivas. Exige incansable recobrar la magia provocada desde la ilusión de un mundo eterno ideal. Pretende con la sensación de que sin su presencia ya no hay nada, que con el solo basta.
Tu corazon esta ávido de asociar aromas con abrigos, caricias o pelos que resbalan en la piel. Adicto pide más de su propio veneno.
Pero la sensatez es un puerto seguro y los sentimientos navegan hacia el. Allí podrás descansar, encontrar y por fin sentirte completa. Ya el alma sabandija no evidenciara el vacío, real y frío.
Los cuentos de caballeros, dragones y de jardines floridos no son mas que eso. Entusiasman y permiten creer en que todo es posible pero la cosa es de dos y no solo de sueños.
Esta vez el indicio es contundente. La posibilidad de comenzar una etapa en donde se comparte no solo vísperas soleadas sino también ciclos ventosos parece que es la clara certidumbre. Ya quedan atrás las aspiraciones de la casa junto al lago en una primavera eterna.

En un momento giras a media para observar si realmente alguien esta detrás. El fantasma, condenado a vagar sin poder sentir nunca jamás el contacto con otro ser, explota al máximo los otros sentidos. Necesita observarte hay en algo en vos que lo atrapa. Tentado decide sentarse a tu lado, se acerca peligrosamente, este nuevo compañero que no percibís se detiene al quedar cara a cara y olvida por un momento que vos no lo ves. Duda de intentar besarte, se recobra y estático te observa. Toma distancia aferrado al aroma del café reacomodándose en la silla. Caminos diferentes y el mismo destino el de pretender olvidar para dejar de suspirar.

Avanzas sobre la taza y tomas el primer trago. Te asustas porque crees ver lo que esta por venir, sabes que ya no volverá. El sabor se declara fuerte mientras recorre tu boca, pretende quemar pero la dulzura distrae tu atención.
Lo que era un juego de seducción con el se desborda y ya no hay control. Te quedas pese a no estar y arde, las imágenes de tu piel friccionando con la de tu amante te elevan a un estado especial. Sus labios entreabiertos dejan escapar susurros ahogados de te quiero que no llegan. Las miradas conectan y no hace falta decir nada.
El café quema y la ausencia llaga. La que se genera con la inmediata despedida después de cada encuentro. No hay tiempo alega y sola quedas en la profundidad de la cama deseando lo que no fue, sola con su olor impregnado. Con tu cariño despreciado, con abrazos no rendidos. Abandono y silencio, la letra chica del reglamento.
Agotada por pequeños pesados fracasos levantas la taza y hueles el aroma intenso.
El perfume ingresa en tu cuerpo y recorre como un haz de luz tu mente anestesiando la preocupación. Parece narcotizar cada herida, sabes que es eventual pero disfrutas de esa menuda placidez. Un segundo trago cálido te reconforta. Penetra con su dejo dulce y parece enjuagar.
El juego termina y con el los encuentros. La esencia del café invade y enturbia el olor de él en tu rostro, pese a ello en tus labios se siente, adictivo aroma que finalmente abandona. Un trago mas y el placer de la infusión completa toda tu atención.
Mientras los sorbos de café ganan el cuerpo. Las manos frías buscan cobijo abrazando la taza hasta estrecharla con más fuerza. De igual manera que te aferras a esos viejos sentimientos. Es verdad, sabes que es solo por un tiempo, luego la ausencia invade, enfría. Ya lo sabes.
La pócima aniquila pero provoca.
La mano sin anillo no descansa y continúa su juego circular. Hipnotizada por el brillo oscuro deja que el vapor la adormezca. Pero con el, los sentimientos que surgiendo de lo oscuro impactan en tu rostro, confunden.
Un suspiro te permite el paso a la sorpreda, ya la Noche anda por la vereda. La Luna asomando pretende claridad y se desordenan las ideas en tal transparencia. Las emociones se esconden encandiladas por la razón. Los pensamientos fluyen pisoteando los sueños, parece todo mas ordenado. Ahora entendes lo efímero, ahora recordas que fuiste vos quien no quería compromisos. Será lo mejor te repetís. Borras su número del teléfono decididamente, te prometes dejar de verlo en cada gesto de cualquier desconocido. Pero las imágenes son tuyas y haces trampa con el ultimo trago, mas dulce, y conmovida te decís que no podes y ahí mismo sorprendida te encontras iniciando una aflicción inesperada. La piel grita la verdad en tus oídos y se siente por todos lados, no podes escapar. ¿Por qué es tan difícil dar solo momentos?
Un último trago impacta en su dulzura, el café ahora es más, dispara sabores anunciando la intensidad. Al igual que el corazón implora aferrarse a esta antigua y renovada presencia, ausencia que surge siempre antes del aura. ¿Será cierto cuando aventuran que la magia es posible? ¿Encontrar el encanto en los momentos simples con alguien que solo tiene sangre roja será conformidad?

El espíritu a tu derecha contempla tus ojos esquivos. Ha decidido recobrar su camino, pretende olvidar su condena. El a su manera amo pero lastimo, hirió y pensando que perdía todo le decepo el brillo de los ojos, guardo el cuerpo lastimado y horrorizado se agoto, se marchito en la angustia. Vos le recordaste que amo mal, tu pelo descubriendo tú nuca lo transporto y la infelicidad lo abatió, deseo tocar tus labios pero ya maldito recordó que jamás podría sentir lo que ahora tu amante ha despreciado. Condenado su pesadilla se reitera en cada pelo recogido. No puede esconderse de su designio pese a la noche y en ella se aleja en búsqueda del aroma del jazmín que ya no lo recuerda.

El aire que ingresa despeja las emociones hacia la oscuridad. La razón gobierna y la complicidad en tu corazón conspira. Alejandro canta:

…Nada es eterno/todo llega al final/tan solo se que busque y que busque/lo que este mundo me duele y me da…

La noche esta lista para nacer. Tus amigas ya llegan y tu animo recobra vigor, aunque tu alma esta herida.
Promesas que recobran y sueños que completan se disuelven en el ambiente. Olvidar parecía fácil.