viernes, 24 de junio de 2011

Doma de novillo

Otra historia contemporanea me retrotrae a los momentos en que cierta fantasia para entretenerse gobernaba los tiempos de ocio. En estos tiempos ante tanta red social virtual y ps3 el aburrimiento suele aniquilar el ingenio lamentablemente, o no. Como saberlo.
La historia habla de amigos y de una buena tarde de diversion que paso a contarles.
Todavía se recuerda, con cierto pesar, cuando aquella convocatoria de doma improvisada el grupo de amigos se dispuso a divertirse con la jineteada de un novillo de destete.
Un novillo careta bien comido, manso pero no por ello dócil. Un pelaje negro azabache que solo se interrumpia, en contaste, con el blanco en su cabeza ensayando un prolijo remolino sobre sus ojos.
La contienda se desarrollaba con normalidad, uno a uno los muchachos subian a montarlo y este animal con impecable precisión fue desmontando a todos. Auspiciaba de palenquero un personaje que no pretendía asumir ningún riesgo físico. De impecable vestimenta urbana culminaba su elegancia con una campera de jeans, prendida en esta ocasión para evitar enredos con la soga que sosegaba al Novillo. Este joven era quien se encargaba de tener el animal con una soga para que el desafiante se trepara para luego soltarlo y que se desencadenara el breve espectaculo.
Para la ocasión se había improvisado como zona de palenque una vereda que daba a una pared de un galpón que proponía el reparo. Así es que el animal era solicitado reiteradamente para que los mas atorrantes lo subieran y finalmente en cortos corcovos acabaran en el pasto.
Claro, los minutos pasaban y el novillo victima de la rutina descubrió, al analizar la estadistica, que ante cada salida hacia el pasto verde los jinetes lograban estirar algunos segundos el desafío producto de que sus brios perdian certeza ante el cansancio. Los últimos corcovos ya no tenían la efectividad de los primeros. Así que redondamente decidió en cambiar la estrategia, y mientras era atrapado y conducido a la zona de palenque para ser domado nuevamente por el muchacho con campera de jeans, rediseño audazmente la técnica.
Ya en zona de salida, y con un jinete liviano de huesos en su lomo espero la voz de largada, la soga cedió en su cuello y el novillo reitero el giro hacia el pasto como se esperaba mas el cambio de estrategia sorprendió a todos. El novillo planto sus manos en la tierna hierba y mientras todos esperaban el primer corcovo el avezado vacuno tomo fuerzas pero para desandar el trayecto.
Giro como rebobinando la salida aproximándose al palenquero que sorprendido atino a elevar sus cejas, soltar la soga, abrir los brazos y retroceder un paso hacia atrás afirmándose en la pared del galpon.
El piso de material traiciono la estabilidad del animal y el del sorprendido palenquero. El animal con poco margen de maniobra ante la dureza del piso solo le resto como recurso de defensa el topetazo al sorprendido muchacho que aguardaba contra la pared. Esgrimió un primer intento de golpe pero recién en el segundo su testa dio de lleno en el pecho del muchacho que experimento una sensación de ahogo que le aflojo las piernas y lo desplomo.
El choque trasmitió de lleno todo el impulso que concentro en el hueso frontal del vacuno, justo ahí donde el pelaje del animal hace un remolino blanco, e impacto en un solo botón de la campera de jeans quien trasmitio la fuerza.
Conforme con la acometida giro en redondo en busqueda de libertad, volteando a su domador, y se abrio paso entre los amigos que corrian a socorrer al accidentado.
El final trasncurrio con varias risas y un novillo que gano el campo para nunca mas volver.
Lo que solo fue un susto significo que con al correr de los días todavía se podía observar en el pecho del ya recuperado colaborador de campo como un perfecto punto rojo, cual cicatriz de bala, lucia redondo.

No hay comentarios: